Pareciera que volvemos a los tiempos de antaño, recordando el movimiento del 68, donde los estudiantes, en lugar de ejercer su derecho a la educación, se interesan más por llamar la atención, y querer sentir que con sus actitudes violentas son parte de la vida política de este país llamado México; impulsados por una corriente de ideologías que no son propias de un verdadero lector de aula; que cree que tiene la razón, sólo por que así se lo dijeron; o por que el ser parte de un movimiento, le deja un estimulo de encontrarse con personas que sufren del mismo padecimiento: incomprensión al mundo donde viven.
Pero analizando la situación de fondo, ellos no tienen la culpa de ocuparse en movimientos sin sentido, dirección, ni rumbo; la culpa es de una falta de planeación y desarrollo educativo, en conjunto con una estrategia laboral integral, con lo cual se logre acabar con los personajes que no trabajan o creen que estudian; insultados desde los mas altos niveles como "ninis" (ni estudian, ni trabajan); y digo insultados porque esa palabra se la ganan sin quererlo, ellos no tienen la culpa de no encontrar espacios de educación en que ocuparse, que sean afines a sus intereses, ellos no tienen la culpa de no encontrar esos espacios laborales con el cual se sientan satisfechos de ejercer su profesión o destreza, con una remuneración que los incite a seguir progresando y desarrollarse profesionalmente, con la esperanza de superarse, para que en un futuro, cuenten con su patrimonio propio, con el cual puedan obtener esa estabilidad económica, emocional y familiar.
Por consiguiente, lo anterior nos lleva a la conclusión, de que el movimiento "yo soy 132", no es mas que un pretexto, para que las personas que se dicen pertenecer a una institución universitaria, liberen esa frustración de no creerse estudiantes, ni contar con una fuente de trabajo, usando la violencia en contra de un candidato que tachan de corrupto, por pertenecer a un partido; cuando en estos tiempos nos damos cuenta que no existe un partido que no se escape de señalamientos de corrupción.
¿Y por qué decir que no se creen estudiantes?, pues simple y sencillamente, porque las personas que realmente se dedican al estudio, no cuentan con el tiempo necesario para perderlo en marchas o actitudes cavernícolas, el tiempo lo emplean adquiriendo conocimientos; y si en todo caso esas personas que ocupan su tiempo adquiriendo conocimientos quisieran realmente cambiar el rumbo de nuestro país, pues estamos a tiempo para crear las mejores estrategias que logren los objetivos deseados, a base de investigación y planteamientos con justificación y argumentación adecuados, creando foros para su exposición donde estén invitados los candidatos a Diputados Federales, Senadores y hasta los propios candidatos a Presidentes de la República.
Ahora bien, si pertenezco a otra universidad distinta a la que pertenecen los 131 jóvenes de la Ibero que mostraron su credencial de estudiante, (la cual no destaca por una excelencia académica), ó ya salí de la universidad, ¿podré creer que pertenezco al movimiento 132?.
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